Hay que asegurarse de que todos los juguetes se utilicen de modo previsto y sean adecuados para la edad y la capacidad del niño o la niña. También, debemos comprobar cada un cierto tiempo el estado de los diferentes juguetes para cercionarse de que no están rotos o deteriorados hasta el punto de que puedan suponer un riesgo para la salud y la seguridad del niño o la niña.
Hay que tener siempre las instrucciones para asegurarse de que los niños y las niñas no juegan con embalajes de plástico ya que pueden suponer un riesgo de asfixia.
Por otro lado, hay que enseñar a los niños y a las niñas a ordenar sus juguetes para evitar accidentes para no dejarlos por en las escaleras o en el suelo en los lugares de paso de la casa.
Por último, hay que informar al vendedor o a la empresa fabricante de todo problema de seguridad que pueda tener el juguete comprado.
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