El juego es una actividad innata y principal en los niños y niñas, ya que dedican una gran parte del día a jugar. No se trata de mera diversión, sino que gracias al juego adquieren una inmensidad de conocimientos y habilidades a través de experiencias como la exploración, la cooperación o la manipulación.
Un aspecto importante a destacar del juego, es la cooperación con el grupo de iguales, ya que dicha actividad no solo se puede llevar a cabo de manera individual. De esta manera, los niños y niñas interactúan entre ellos y esto da lugar a la adquisición de aprendizajes.Este aprendizaje del que hablamos, se puede producir en diferentes contextos, desde el ámbito más formal como puede ser la escuela infantil hasta el informal como por ejemplo, el parque donde juegan.
Gracias al juego, los niños y niñas desarrollan sus capacidades y es un componente esencial para la adquisición de aprendizajes y el desarrollo integral de los mismos.
Según Josué Llull, profesor de la Universidad de Alcalá y autor de “El juego infantil y su metodología”, la actividad lúdica contribuye al desarrollo de 6 aspectos fundamentales de la personalidad del niño:
- Físico-motor: aumenta la fuerza y el desarrollo muscular, mejorando la precisión gestual y el lenguaje.
- Intelectual: facilita la comprensión de situaciones y la resolución de problemas.
- Creativo: estimulando la imaginación, el pensamiento simbólico, y desarrollando habilidades manuales.
- Emocional: potenciando la asimilación y maduración de las situaciones vividas, ayudando a superar aquellas de carácter traumático.
- Social: aprendiendo las reglas de convivencia y participando en situaciones imaginarias creadas y mantenidas colectivamente.
- Cultural: imitando modelos de referencia del contexto social en que se desenvuelve la vida cotidiana.
En definitiva, el juego solo produce aspectos positivos y con una gran cantidad de beneficios para los niños y niñas desde edades muy tempranas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario